9/14/2012

La Palabra de Dios es un rió de agua viva








Quiero compartir con todos ustedes un sueño que Dios me ha dado. Dejando claro que no soy profeta ni hija de profeta, pero que como hija de Dios si se que Dios me habla y como evangelista pues debo compartir el mensaje del Señor  y más cuando  vemos que el tiempo del fin se acerca que Cristo viene y que quiere  encontrarnos santificados, velando y orando.
En  el sueño me encontraba con mi hermano y mi hermana de sangre y en la fe, los cuales viven conmigo en España,  personas llenas de Dios y siervos activos  del Señor.  Y veía  muchas aguas recorriendo la tierra las cuales se formaban de un rio y un mar, pero estas aguas eran turbias ósea como barro y mis hermanos y yo empezábamos a retroceder porque no nos gustaban esas aguas y la fuerza con la que venían, así que empezamos a alejarnos de ellas y en un instante encontrábamos un pequeño rio cuyas aguas eran transparentes  donde podíamos mirarnos el rostro y esas aguas no se unía a las otras sucias sino q tenía un límite que no se podía traspasar y mis hermanos y yo nos sumergíamos en ellas.
Más claro agua, ese pequeño rio o que  se veía pequeño es el rio de Dios su palabra en la cual debemos nadar en este tiempo porque las aguas del mundo están inundando la tierra para su destrucción esas aguas sucias simbolizan el pecado y nosotros debemos vivir separados  de  él. Shalom

CRISTO FUENTE INAGOTABLE.mp4

9/08/2012

Justicia de Dios


No hay ninguna duda de que Dios es justo, la Biblia nos declara ampliamente la justicia de  nuestro Señor la cual es hecha para los oprimidos, abatidos y pobres de la tierra.



En Santiago 5:4 nos dice las escrituras “He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras y no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos

Todo lo que nos ha sido robado nos será restituido siete veces más en el nombre de Jesús. Dios oye la oración de los justos y responde al clamor de ellos. No se tu que estás leyendo este mensaje en este blog que te fue robado, pero una cosa si se que si tu jornal, sueldo clama para volver a ti, todo lo demás también clama porque tú eres el dueño. Confíale al Señor, descansa en Él y Él hará.

7/28/2012

EL DESTINO DE LOS MALOS


No te impacientes a causa de los malignos,
    Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
11 Pero los mansos heredarán la tierra, 
Y se recrearán con abundancia de paz.
12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;
13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.
15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.
20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.
23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.
27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.
29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.
32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.
36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.
39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.

6/20/2012



La cruz el pararrayos de Dios

Un pararrayos es un instrumento cuyo objetivo es atraer un rayo ionizando el aire para excitar, llamar y conducir la descarga hacia tierra, de tal modo que no cause daños a las personas o construcciones. Fue inventado en 1753 por Benjamín Franklin. Según esta definición vemos como este instrumento recibe esas descargas eléctricas y las trasmite a la tierra.
El mejor pararrayos es la cruz donde Dios descargo toda su ira sobre la persona de Jesucristo. Isaías 53:4-6 dice que “ciertamente llevo él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, mas el herido fue por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se aparto por su camino, mas Jehová cargo en él el pecado de todos nosotros.”
Cuando la cruz de Cristo estaba delante de las puertas de Jerusalén recibió la ira de Dios y trasmitió perdón, recibió enfermedad y trasmitió sanidad, recibió la oscuridad y trasmitió luz, recibió el infierno y trasmitió el cielo. En Cristo somos redimidos.



Colosenses1:13-15, 1 Pedro 2:24, Romanos 3:23-26


3/25/2012

SALMOS 119


Excelencias de la ley de Dios
Alef

Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!
Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.
Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.
Bet
¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.
Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.
Me he gozado en el camino de tus testimonios
Más que de toda riqueza.
En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.
Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.
Guímel
Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.
Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.
Forastero soy yo en la tierra;
No encubras de mí tus mandamientos.
Quebrantada está mi alma de desear
Tus juicios en todo tiempo.
Reprendiste a los soberbios, los malditos,
Que se desvían de tus mandamientos.
Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,
Porque tus testimonios he guardado.
Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;
Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
Pues tus testimonios son mis delicias
Y mis consejeros.
Dálet
Abatida hasta el polvo está mi alma;
Vivifícame según tu palabra.
Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;
Enséñame tus estatutos.
Hazme entender el camino de tus mandamientos,
Para que medite en tus maravillas.
Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.
Aparta de mí el camino de la mentira,
Y en tu misericordia concédeme tu ley.
Escogí el camino de la verdad;
He puesto tus juicios delante de mí.
Me he apegado a tus testimonios;
Oh Jehová, no me avergüences.
Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanches mi corazón.
He
Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley,
Y la cumpliré de todo corazón.
Guíame por la senda de tus mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad.
Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino.
Confirma tu palabra a tu siervo,
Que te teme.
Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.
He aquí yo he anhelado tus mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.
Vau
Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho.
Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.
No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.
Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.
Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.
Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
Y no me avergonzaré;
Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.
Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.
Zain
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has hecho esperar.
Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.
Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,
Y me consolé.
Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos
Que dejan tu ley.
Cánticos fueron para mí tus estatutos
En la casa en donde fui extranjero.
Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.
Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.
Chet
Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.
Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.
Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.
Me apresuré y no me retardé
En guardar tus mandamientos.
Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me he olvidado de tu ley.
A medianoche me levanto para alabarte
Por tus justos juicios.
Compañero soy yo de todos los que te temen
Y guardan tus mandamientos.
De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.
Tet
Bien has hecho con tu siervo,
Oh Jehová, conforme a tu palabra.
Enséñame buen sentido y sabiduría,
Porque tus mandamientos he creído.
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;
Mas ahora guardo tu palabra.
Bueno eres tú, y bienhechor;
Enséñame tus estatutos.
Contra mí forjaron mentira los soberbios,
Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Se engrosó el corazón de ellos como sebo,
Mas yo en tu ley me he regocijado.
Bueno me es haber sido humillado,
Para que aprenda tus estatutos.
Mejor me es la ley de tu boca
Que millares de oro y plata.
Yod
Tus manos me hicieron y me formaron;
Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Los que te temen me verán, y se alegrarán,
Porque en tu palabra he esperado.
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos,
Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
Sea ahora tu misericordia para consolarme,
Conforme a lo que has dicho a tu siervo.
Vengan a mí tus misericordias, para que viva,
Porque tu ley es mi delicia.
Sean avergonzados los soberbios,
porque sin causa me han calumniado;
Pero yo meditaré en tus mandamientos.
Vuélvanse a mí los que te temen
Y conocen tus testimonios.
Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,
Para que no sea yo avergonzado.
Caf

Desfallece mi alma por tu salvación,
Mas espero en tu palabra.
Desfallecieron mis ojos por tu palabra,
Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
Porque estoy como el odre al humo;
Pero no he olvidado tus estatutos.
¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
Los soberbios me han cavado hoyos;
Mas no proceden según tu ley.
Todos tus mandamientos son verdad;
Sin causa me persiguen; ayúdame.
Casi me han echado por tierra,
Pero no he dejado tus mandamientos.
Vivifícame conforme a tu misericordia,
Y guardaré los testimonios de tu boca.
Lámed

Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu palabra en los cielos.
De generación en generación es tu fidelidad;
Tú afirmaste la tierra, y subsiste.
Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas ellas te sirven.
Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi aflicción hubiera perecido.
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado.
Tuyo soy yo, sálvame,
Porque he buscado tus mandamientos.
Los impíos me han aguardado para destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.
A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.
Mem

¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.
Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.
Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos;
De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.
No me aparté de tus juicios,
Porque tú me enseñaste.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Nun
Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
Juré y ratifiqué
Que guardaré tus justos juicios.
Afligido estoy en gran manera;
Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.
Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables
los sacrificios voluntarios de mi boca,
Y me enseñes tus juicios.
Mi vida está de continuo en peligro,
Mas no me he olvidado de tu ley.
Me pusieron lazo los impíos,
Pero yo no me desvié de tus mandamientos.
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
Porque son el gozo de mi corazón.
Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos
De continuo, hasta el fin.
Sámec

Aborrezco a los hombres hipócritas;
Mas amo tu ley.
Mi escondedero y mi escudo eres tú;
En tu palabra he esperado.
Apartaos de mí, malignos,
Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
Susténtame conforme a tu palabra, y viviré;
Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
Sosténme, y seré salvo,
Y me regocijaré siempre en tus estatutos.
Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos,
Porque su astucia es falsedad.
Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;
Por tanto, yo he amado tus testimonios.
Mi carne se ha estremecido por temor de ti,
Y de tus juicios tengo miedo.
Ayin
Juicio y justicia he hecho;
No me abandones a mis opresores.
Afianza a tu siervo para bien;
No permitas que los soberbios me opriman.
Mis ojos desfallecieron por tu salvación,
Y por la palabra de tu justicia.
Haz con tu siervo según tu misericordia,
Y enséñame tus estatutos.
Tu siervo soy yo, dame entendimiento
Para conocer tus testimonios.
Tiempo es de actuar, oh Jehová,
Porque han invalidado tu ley.
Por eso he amado tus mandamientos
Más que el oro, y más que oro muy puro.
Por eso estimé rectos todos tus mandamientos
sobre todas las cosas,
Y aborrecí todo camino de mentira.
Pe
Maravillosos son tus testimonios;
Por tanto, los ha guardado mi alma.
La exposición de tus palabras alumbra;
Hace entender a los simples.
Mi boca abrí y suspiré,
Porque deseaba tus mandamientos.
Mírame, y ten misericordia de mí,
Como acostumbras con los que aman tu nombre.
Ordena mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Líbrame de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,
Y enséñame tus estatutos.
Ríos de agua descendieron de mis ojos,
Porque no guardaban tu ley.
Tsade
Justo eres tú, oh Jehová,
Y rectos tus juicios.
Tus testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.
Mi celo me ha consumido,
Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
Sumamente pura es tu palabra,
Y la ama tu siervo.
Pequeño soy yo, y desechado,
Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
Tu justicia es justicia eterna,
Y tu ley la verdad.
Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
Justicia eterna son tus testimonios;
Dame entendimiento, y viviré.
Cof
Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos.
A ti clamé; sálvame,
Y guardaré tus testimonios.
Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.
Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.
Oye mi voz conforme a tu misericordia;
Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.
Se acercaron a la maldad los que me persiguen;
Se alejaron de tu ley.
Cercano estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.
Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,
Que para siempre los has establecido.
Resh
Mira mi aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado.
Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra.
Lejos está de los impíos la salvación,
Porque no buscan tus estatutos.
Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios.
Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,
Mas de tus testimonios no me he apartado.
Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,
Porque no guardaban tus palabras.
Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.
La suma de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.
Sin
Príncipes me han perseguido sin causa,
Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
Me regocijo en tu palabra
Como el que halla muchos despojos.
La mentira aborrezco y abomino;
Tu ley amo.
Siete veces al día te alabo
A causa de tus justos juicios.
Mucha paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.
Tu salvación he esperado, oh Jehová,
Y tus mandamientos he puesto por obra.
Mi alma ha guardado tus testimonios,
Y los he amado en gran manera.
He guardado tus mandamientos y tus testimonios,
Porque todos mis caminos están delante de ti.
Tau
Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra.
LLegue mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho.
Mis labios rebosarán alabanza
Cuando me enseñes tus estatutos.
Hablará mi lengua tus dichos,
Porque todos tus mandamientos son justicia.
Esté tu mano pronta para socorrerme,
Porque tus mandamientos he escogido.
He deseado tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.
Viva mi alma y te alabe,
Y tus juicios me ayuden.
Yo anduve errante como oveja extraviada;
busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.