¡Yo sé que mi Cristo vive! esta es la certeza y la esperanza que tenemos los hijos de Dios en todo momento.
Después de pasar tantos días con dolor y sufrimiento por las quemadas en mis piernas, pude entender que Dios es quien hiere y el mismo venda, el hiere y su manos curan, esto lo he vivido y experimentado en este tiempo donde solo la mano del Señor ha curado mis heridas y en medio del sufrimiento su paz era mi consuelo, (en Isaías 53, dice que la paga de nuestra paz fue sobre Cristo y que por su llagas hemos sido curados). Me he gozado al ver que el omnipotente, el todo poderoso, el creador del cielo y la tierra, el que sostiene todo por su palabra es quien cuida de mi y de todo el que le invoca, pues su inescrutable palabra (Biblia) nos enseña que si clamamos Dios nos oye y nos libra de las angustias.
Debemos entender que las hambres, los terremotos, las pestes, los accidentes. Etc. Son reales y nos pueden afectar, pero la gran diferencia es que a los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien y que nada nos separara del amor de Dios (romanos 8: 28-39)
el amor y la protección del Señor Jesús, está por encima de todo lo
malo que acontezca en esta tierra y siempre seremos librados de toda aflicción si creemos en Dios. Meditando en el libro de Job, he podido entender que todo está bajo el control de Dios, él es quien tiene la primera y la última palabra, Job a quien Dios llamo un hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal, fue llevado aúna situación tremenda donde lo perdió todo, animales, criados, riquezas, hijos, mujer y su propia salud, no entendía porque el omnipotente se había ensañado con el, pero en medio de su quebranto pudo decir que aun que Dios le matase en el esperaría, que de seis tribulaciones Dios lo libraría y la séptima no lo tocaría, que su redentor vive y al final se levantaría del polvo, Job pudo entender que Dios no lo había dejado y que al terminar toda esta tribulación el vería a Dios, vemos al final del libro como Dios quito toda la aflicción de Job y lo bendijo mayor mente.
Amigo, amiga no se cual sea tu problema o tribulación solo aférrate al Señor Jesús y serás librado de toda aflicción. Mi oración es que al igual que Job puedas entender que nada escapa de la mano de Dios y que los problemas vendrán pero con Dios serán insignificantes. Que el Señor Jesús te bendiga.
Su palabra dice que los justos claman y Dios los oye y los libra.
